miércoles, 24 de julio de 2013

Ghost Rider: Espíritu De Venganza (2012)

Lamentable Hasta Límites Insospechados

Nueva adaptación del cómic "El motorista fantasma". Con el fin de controlar sus deseos de venganza, Johnny Blaze (Nicolas Cage), que ve sus poderes como una maldición, vive apartado del mundo y sin relacionarse con nadie. Sin embargo, acaba siendo localizado por el monje Moreau, que necesita su ayuda para buscar a Nadya y a su hijo Danny antes de que los encuentre Roarke, un viejo conocido de Blaze. 

Si tenemos en cuenta que la primera película fue una verdadera lata, en gran parte por la interpretación de Nicolas Cage, esta segunda entrega, si seguimos la lógica hollywodiense que acompaña a los últimos estrenos desde hace años, "Ghost Rider 2" iba a ser una verdadera basura y, oh, sorpresa, así ha sido.
Los fallos de esta nueva adaptación del célebre cómic son incontables. No obstante en esta crítica intentaré resaltar los más destacables, aunque hay tantos, que es complicado elegir por donde empezar.
La dirección conjunta de Mark Neveldine y Brian Taylor es asombrosamente mala. Su trabajo detrás de las cámaras no transmite nada al espectador salvo un profundo rechazo de la película que esta viendo. Para intentar ser novedosos y dejar su marca en la película realizan unas estrambóticas angulaciones con la cámara que son capaces de marear a cualquiera. Cierto que son ángulos arriesgados que no hemos visto mucho en cine, pero el resultado final de dichas escenas se asemeja más a una película de serie B que directamente va a DVD sin pasar por el cine.
El guión esta escrito por ambos directores, conjuntamente. El sin sentido de la historia es tal que desde los primeros compases de la película no sabes muy bien que historia te están explicando.
La necesidad del diablo de traspasar su alma al cuerpo jóven de su hijo, el cual tuvo con una humana hacía ya tiempo, es el extraño marco en el que se me mueve la historia de "Ghost Riuder 2", con la inestimable ayuda del motorista que, sin aclarar muy bien el por que, comienza una persecución contra los atacantes del hijo y su madre.

Si la dirección y el guión eran pésimos, las actuaciones no iban a ser menos. El jóven alrrededor del cual gira toda la trama de la cinta es sencillamente horrible en pantalla, al igual que un ridículo diablo que provoca risa más que un simple temor hacia su persona. Un secundario esbirro del diablo tiene como función atrapar al chico, su actuación, sin embargo, es realmente lamentable.
Ni Idris Elba ni la madre del chico se salvan de una quema que, como viene siendo costumbre ha alcanzado a un Nicolas Cage en decadencia, tocando fondo en esta aventura, con unas expresiones faciales realmente absurdas, unas carcajadas que no vienen a cuento, y una extraña sensación de estar viendo a un desequilibrado durante sus minutos en pantalla.

La música es aburrida y sin emoción, simplemente mucho ruido y poco sentimiento a la hora de llevarse a cabo. Los efectos digitales son aceptables, pero dado el nivel de la industria actual, y que el coste de la producción se elevó más allá de los 60 millones de dólares, los efectos son absolutamente imperdonables.
Capítulo aparte merece la fotografía de la cinta, una fotografía tan vaga y sin emoción que provoca unas enormes ganas de dejar de ver la película, por su desolado aspecto, y por todo lo que la rodea.

0,5/10 para la que esperemos sea la última abominación de este motorista. Que aparque la moto de una vez y se dedique a jugar a las chapas. Horrible.